sábado, 12 de julio de 2008

Gastronomia

Rincón caribeño multicultural
El singular tejido social de Livingston ha hecho de este balneario un atractivo turístico, que se demuestra en sus habitantes de mayoría garífuna, junto a q’eqch’ies, ladinos e hindúes.
Por: Miguel González
Foto de portada

Livingston, Garífunas, q’eqch’ies, hindúes y ladinos son las cuatro etnias que forman una simbiosis cultural que convive en Livingston, un pedazo del Caribe guatemalteco que abre sus brazos a los visitantes todos los días.

Es por ello que sus habitantes le denominan un Caribe diferente, donde se puede disfrutar de paisajes, senderos naturales, cascadas, fauna y flora, ríos y playas, cita Walder Veliz, presidente del Comité de Autogestión Turística de Livingston (Catur).

La historia de este sitio turístico se puede recorrer en el Museo Multicultural de Livingston, donde el paseante encontrará datos desde su fundación hasta la fecha.

Allí se enterará el turista que este poblado fue el primer puerto de exportación e importación de Guatemala, principalmente para los embarques de café cultivado por los alemanes en Cobán, expone Véliz.

El contacto en el agua puede comenzar en la playa Punta de Palma, Playa Blanca, La Capitanía, Playa Barique y Playa Quehueche.

También un recorrido por el río Sarstún o el cañón de Río Dulce, donde obligadamente hay que pasar por Las Grutas, el balneario de Aguas Calientes, la montaña azufrada con sus baños de propiedades curativas, la isla de los Pájaros y observar manatíes en la reserva Chocón Machacas.

Artesanía y gastronomía

En cada esquina de esta población hay un artesano que transforma los materiales naturales en singulares obras de arte. El talento culinario se expresa en la comida garífuna a base de mariscos, leche de coco, plátano, banano y hierbas nativas.

Comidas de pescado, tubérculos, raíces y aves de corral es la opción que ofrece la etnia q’eqch’ i.

La guinda del pastel lo colocan las costumbres de este multicultural rincón caribeño con el resonar de los tambores que invitan a bailar punta, o los bailes folclóricos como la danza del venado.

La vistosidad del vestuario garífuna hace una buena combinación con los coloridos trajes típicos q’ecqch’íes.

Vestigios mayas

Este paraíso tropical también posee vestigios de la civilización maya, que muestra una ciudad arqueológica en la comunidad Miramar Livingston.

Historia

Según los cronistas locales, entre 1802 y 1806 llegaron a ese lugar los primeros pobladores garífunas, que vinieron en una embarcación comandada por Marcos Sánchez Díaz, a quien se le atribuye la fundación de Livingston.


Izabal.- Ellos tienen un sueño, y es convertirse en exportadores de productos agrícolas, por lo que diversifican sus cultivos. Se trata de unas 120 familias de 20 comunidades de Izabal que comenzaron la siembra de rambután, una exótica fruta que procede del sudeste asiático.

Aunque ha sido cultivada en Izabal desde hace años, varias comunidades de Puerto Barrios, Morales, El Estor y Livingston quieren mejorar sus ingresos económicos y han empezado a experimentar con la siembra de esta fruta tropical, que produce más frutos en menos cantidad de tierra.

Lo destacable es que no han abandonado los cultivos tradicionales de frijol y maíz, sino que utilizan extensiones de tierra no aptas para estos granos en el cultivo de rambután.

Esta fruta goza de demanda internacional, por lo que los campesinos aspiran a alcanzar producciones que puedan ser ofertadas en el extranjero.

Más fruta menos tierra

Según los expertos que los asesoran, deben de sembrarse no más de 208 plantas por hectárea.

De esa forma, logran producirse unas 52 mil libras de fruta en esa área, comentó Juan Mata, uno de los precursores de este nuevo cultivo.

El precio por libra en el mercado nacional es aproximadamente de Q3.5 la libra, y esperan explotar entre Q95 mil a Q100 mil por hectárea.

La meta es cultivar 345 hectáreas con plantas de rambután, cuya primera cosecha está prevista para dentro de tres años y medio, aseguró Manuel Estrada, uno de los campesinos de Livingston que decidió probar suerte con ese cultivo.

MAGA apoya

La mata es adquirida a Q45 en los viveros certificados por el Ministerio de Agricultura Ganadería y Alimentación (MAGA).

Éver Oliva, delegado del MAGA, expuso que se ha invertido más de Q3 millones en subsidios otorgados a campesinos que han adoptado el cultivo, así como capacitación y supervisión.

Cosechas rápidas y fructíferas

Una fruta que busca incursionar en el mercado estadounidense

El rambután es una fruta procendente del sudeste asiático, especialmente de los bosques tropicales húmedos de Malasia, Tailandia, Indonesia, así como de Hawai. Su nombre científico es Nephellium Lappaceum.

Cuando el árbol está maduro produce fruta cada tres meses.

La cosecha regular se da entre julio y noviembre, pero los meses más fructíferos son septiembre y octubre.

De un árbol se pueden obtener de mil a cinco mil frutos, lo que equivale a 400 cajas, y de una hectárea se cosechan hasta cuatro mil cajas.

Éver Oliva, delegado departamental del MAGA en Izabal, señaló que el cultivo de rambután en ese lugar comenzó hace unos 20 años.

Desde entonces se ha adoptado como cultivo para compensar la deforestación de la masa arbórea en esta región, señaló.

Asimismo, es utilizado como un cultivo alternativo, el cual tiene demanda en el extranjero, principalmente en Estados Unidos, que es el mercado más grande para esta fruta, hacia donde puede ser transportado en 48 horas, vía barco, señaló.

Agregó que una ventaja que se tiene en el país es la variedad climatológica, que permite que se alternen cosechas.

Cuando en el sur no se puede cosechar por el clima, en Izabal sí. Esto permite exportar el año completo a mercados internacionales.


Para facilitar y recuperar la producción apícola en las zonas que fueron afectadas tras la tormenta Stan, el programa Moscamed entregará durante los próximos meses cinco mil abejas reinas mejoradas a los apicultores de la costa sur y Sololá.

Jorge Ibarra, delegado de Moscamed en Retalhuleu, explicó que las abejas reinas ayudarán a que las colmenas se reproduzcan con mayor rapidez y, por ende, la producción de miel aumentará.

Este proyecto es apoyado directamente por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación. El objetivo es que dentro de seis meses sea tangible el aumento de abejas en las distintas colmenas y que se produzca más miel, citó Ibarra.

Expuso que en este proyecto serán beneficiados centenares de apicultores de la costa de Santa Rosa, Escuintla, Suchitepéquez, Retalhuleu, Quetzaltenango y San Marcos.

Auge de la apicultura

Actualmente hay un auge de la apicultura en el país, derivado de los buenos precios de la miel en los mercados internacionales.

Ibarra explicó que constantemente efectúan capacitaciones a productores en el manejo de colmenas, cómo evitar pérdidas de abejas durante el verano por causa de enfermedades, polinización y otros temas relacionados.

El objetivo, añadió, es llevar desarrollo a estos sectores del país.